Sigma necesitaba fortalecer las habilidades de liderazgo y cohesión entre sus equipos de primera línea. En un contexto de alta exigencia operativa, era clave que los líderes mejoraran su capacidad de comunicación, colaboración entre áreas y toma de decisiones bajo presión. El desafío era encontrar una forma innovadora y efectiva de desarrollar estas competencias sin recurrir a los modelos tradicionales de capacitación.